Los miembros masculinos necesitamos (desesperadamente) que nos deseen (2023)

?Que parezco si no “llevo los pantalones” en mi comunicacion? ?En que emplazamiento me deja no dominar que mi novia no ligue con otros? La ‘media naranja’ nos llena, aunque a la ocasion nos vulnera. asi­ como podri­a ser hay pocas respuestas referente a el amor asi­ como ninguna manera adecuada de aor. En la actualidad, en esta parte quincenal a dos voces, prestamos consideracion al como amamos. Esos son dialogos en encuentros, el eterno femenino resistente asi­ como las masculinidades errantes. A cargo de Analia Iglesias y Lionel S. flaco, que abordan el amor o su imposibilidad en tiempos sobre turbocapitalismo.

Al como amamos

?Existe el apego que no se demuestra? Parece la pregunta estupida, sin embargo esta pregunta define en genial medida mi manera de querer… Deriva sobre la maneras insegura asi­ como dependiente de pretender que integre en mi infancia. Asi que cuestiono: ?Existe el apego que nunca se demuestra?

Esto lo aprendi de mi origen: lo que recursos Гєtiles nunca se demuestra no hallaraas. Si bien esta idea nunca da la impresion tan descabellada, posee en su vientre la fraude perversa: si el amor se goza de que exponer, las inseguridades acechan cuando esa demostracion no se recibe. Rapidamente, pasamos a la comprobacion ansiosa del amor: En caso de que recibimos lo que leemos como apego, ?somos amados? Igual, al reves: en la ocasion que nunca demuestro mi apego, ?estare amando poquito? Eso me termina portando a la ansiedad de la expresion permanente.

y en todo esto: ?como se integra mi destreza de varon en ese sentimiento de el amor? Creo que existen dos direcciones para meditar el apego: desde lo social a lo individual (como el apego esta culturalmente construido desde el amor sensible) o desde lo individual a lo social (como el apego esta psicologica, e hasta quimicamente, construido). En este articulo intentare enlazar ambas perspectivas.

Decia Analia en su ultimo escrito que pocas respuestas Tenemos referente a el amor, y demasiadas preguntas

Llevo una estacion dandole muchas vueltas al afecto. La tesis de el afecto (definida por John Bowlby en los cincuenta, ampliada por Mary Ainsworth en los sesenta asi­ como aplicada a adultos por Cindy Hazan, Phillip Shaver y Kim Bartholomew en las ochenta) viene a decir que, a lo largo de la infancia, El metodo en que hemos integrado la asistencia (o abandono) de las figuras de relato emocional (maternas, paternas y hermanos) seran definitivos en las clases en las que despues vivimos la dependencia, el miedo al abandono, la seguridad asi­ como el temor en la vida adulta. El chequeo y cautela sobre las necesidades tempranas nos marcan emocionalmente.

Esta morral que crea la forma que tenemos de nosotros (la autoestima) y de los otros (la confianza), la llevaremos a las relaciones cuando adultos (mirad las investigaciones sobre Javier Gomez-Zapiain, que son brutales). Las de pareja principalmente, No obstante se aplica a cualquier vinculo afectivo.

Posiblemente no exista la definicion clara, ni unos elementos basicos que lo estructuran, ni una esencia, ni la adecuada forma sobre aor, habra que atender a la acto de el amor.

Para comprender eso, podri­amos mirar a la macuto emocional que cargamos. Aunque no deseo psicologizar el amor: Asimismo me gustaria darle peso a la orientacion que ocupamos amando. Seri­a or, tambien de la pericia atravesada sobre traumas, anhelos, expectativas, proyecciones asi­ como deseo, tambien es una practica social. asi­ como en esa orientacion, el genero posee un papel importante.

Mi orientacion social como varon interactua con las inseguridades o miedos, dandole la manera determinada a la expresion sobre ese modelo de apego. El genero va sobre posiciones sobre alcanzar. Los varones ostentamos posiciones sociales que nos permiten realizar muchisimas cosas desprovisto pagar coste uno. Hasta en las inseguridades. Al inscribirnos en la postura masculina, poseemos facilidades o dificultades de expresar determinados componentes emocionales.